Yo, por lo menos, ya iba predispuesta para la operación de Niño Fúturo. La medicina que nos había mandado le hacía mucho daño y se la dejamos de suministrar, entre viajes y demás, el resto de la medicina ya tampoco veíamos sentido dársela. Ibamos con el estómago preparado para recibir cita para la intervención quirúrgica aunque no nos hacía ni pizca de gracia.

Como siempre, una hora y media larga de espera hasta entrar. Pero esta vez como nos lo veíamos venir, el móvil iba cargado de vídeos y la mochila de libros. Nos sentamos en la sala de espera y mientras el resto de la sala intentaba mantener a los hijos tranquilos con todo el alboroto, nosotros nos sumergimos, cada uno, en nuestra historia.

Llegó nuestro turno y nos adentramos. El doctor nos saludó efusivamente y nos plantó en la silla de la cámara. Lo metió en un oído, lo metió en el otro y analizó la garganta. Tras todo ello…

Nos dijo que ya no tenía casi nada, un poquito en el oído izquierdo, pero casi impercetible y que podríamos disfrutar tranquilos ya de que los oídos no suponían un problema…

Hasta la revisión dentro de dos meses.

Escucha»Visita al Especialista. Otorrino VIII – PM 11″ en Spreaker.https://widget.spreaker.com/widgets.js