Llegaba tarde, era inevitable. Papá Fúturo es imposible que saliera antes del trabajo y, por más prisa que pusiéramos y por más bien que nos coordinábamos, el tráfico a esas horas es el tráfico en horario punta, salidas del trabajo. Llegamos lo más pronto que pudimos… 20 minutos tarde. Tenía la última cita de todas las posibles. Normalmente no es un problema porque suele retrasarse con las citas, pero en esta ocasión… Mi ginecóloga tenía cita en rehabilitación y no me pudo atender.
Me encontré con ella en el pasillo y la miré con cara de «Por favor, por favor, por favor». Y es que era mi cumpleaños. Lo quería como regalo de cumpleaños y lo que me faltaba era que no pudiera ser. Me dijo que imposible, pero que avisara a la secretaria por si podía atenderme algún compañero suyo del equipo. Y así hice…
A los cinco minutos me confirmaron que sí, que un compañero me atendería. Tenía que sacar un nuevo número de la máquina y estar atenta cuando me avisaran… Respiré medio tranquila, con el firme propósito de que no volvería a ese hospital para las revisiones. Como tiene otra clínica más cerca de mi casa, podríamos ir ahí.
Mientras tanto, Papá Fúturo había ido a sacarse sangre y yo estaba con Niño Fúturo en la sala de espera de Pediatría, que está justamente al lado (menos mal, Niño Fúturo estaba especialmente inquieto después de la hora de siesta que se había echado en el coche para llegar).
Me llamaron, Papá Fúturo no había vuelto y Niño Fúturo no quería ayudar… Entramos a consulta con rabieta incluida y le di las mil y una gracias al ginecólogo por atenderme mientras intentaba tranquilizar a Niño Fúturo.
Con cara de malas pulgas me pidió las analíticas para revisarlas y para qué iba a consulta. Le dije que para retirarme el DIU (justo en ese momento llegó Papá Fúturo para hacerse cargo de Niño Fúturo). Revisó más a conciencia las analíticas y el informe que tenía en el ordenador. Me dijo algo sobre la vitamina D, que estaba baja, pero Niño Fúturo estaba realmente insoportable y me dio vergüenza pedirle que repitiera lo que me estaba diciendo cuando le veo con cara de malas pulgas de nuevo. En ese momento me habría ido de la consulta. Papá Fúturo no entendía nada.
Me pasó al potro y con mucha brusquedad me puso el pato. Todavía tengo ganas de llorar cuando lo recuerdo. Comentó que no veía los hilos. Me costó mucho retener la lágrima que estaba a punto de salir. Sacó el DIU (sin avisar ni nada) y me lo enseñó. En ese momento no sabía si quería que le sacara foto o qué. Tira el DIU a la papelera y la auxiliar empieza a limpiar sangre de todas partes. La había manchado a ella, había manchado mesa y utensilios, también el suelo. Mientras limpiaba le pidió que me diera una compresa, como la veía ocupada, me la facilitó él y me dijo que es posible que manchara. Y se retiró a su mesa mientras me vestía.
Yo estaba tan en shock que empecé a vivir la experiencia como si todo eso ocurriera fuera de mí. Cuando ya metió todos los datos en el ordenador (le había pedido yo a Papá Fúturo que saliera con Niño Fúturo para que la consulta se quedara tranquila). Por casualidad le pedí que me sacara el informe para ir a la otra clínica de mi ginecóloga, para que no volviera a pasar que llegara tarde. Me miró mal, muy mal, e imprimió el informe.
Mi cara debió ser un poema para que Papá Fúturo me preguntara qué ha pasado. Presenció desde detrás de la cortina que había sangre por todas partes y que había manchado a la auxiliar… Casi no podía ni hablar, nos fuimos a casa y celebramos con una rica cena mi cumpleaños.
Sobre el manchado después de sacarme el DIU, no fue tanto como yo me esperaba. Fue un manchado marrón, un poquito más que el típico manchado antes de las reglas. No tuve que cambiarme de compresa ni nada, me valió con la que me dio el médico.
Por suerte, había cosas que pregunté antes de ponerme el DIU y fui informada por mi ginecóloga al ponérmelo, pero aún así salí con bastantes dudas. El DIU Jaydess, que es el que me puso mi ginecóloga por ser de baja hormona dado que los anticonceptivos suelen provocarme depresión, en cuanto se retira, el cuerpo recupera la fertilidad. Me comentó que si me lo quito antes de ovular, ese mismo ciclo podría quedarme embarazada. Por lo que el ácido fólico tendría que tomármelo antes de retirarme el Jaydess. Las reglas serían como eran antes de ponerme el DIU. Pero me he quedado con la duda de si recupero también la frecuencia, pero claro… seguimos con lactancia materna, por lo que la lactancia interfiere también en los ciclos.
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