Apenas llevo siete meses dando pecho y no sé cuánto tiempo más nos queda a Bebé Fúturo y a mí de disfrutar de ello, pero creo que soy libre de dar mi opinión si quiero en ésta, mi Santa Casa 2.0.

Nadie es mejor madre por dar o no dar el pecho, es una decisión propia de cada una. Y conozco casos en los que tampoco es una decisión propia y no hay más remedio que sacar el biberón, porque de donde no sale nada, no hay nada donde sacar. Yo no soy nadie para juzgar las decisiones ajenas.

Y ahora es cuando confieso que si yo no hubiera sido capaz de dar el pecho, me habría sentido mala madre. Es así y así lo siento y lo he sentido siempre. Que no sea mala madre por ello no significa que no me hubiera sentido mala madre. Creo que es de vital importancia dar el pecho y no por sus múltiples beneficios.

Por favor, seamos realistas y coherentes. Dar lactancia materna no aporta una gran multitud de beneficios, es la leche artificial la que tiene diversas contraindicaciones. Dar el pecho es lo natural, lo biologicamente establecido.

Por favor, no hagamos de mis palabras un mundo, porque ahora vendrán todos y todas a decirme «Yo he sido criada con biberón y aquí estoy tan sana». Tendría mucho que objetar al respecto, la verdad.

Y me voy a poner yo de ejemplo. He sido criada con biberón. También sufro habitualmente de hipotiroidismo, ¿lo tendría si hubiera sido criada con teta? Quizás, pero me niego a decir que estoy tan sana… No me afecta en mi vida diaria, no me da nada de trabajo esta dolencia, pero no creo que sea fruto de la casualidad. Ni mi madre ni mi padre lo padecen…

Otra cosa, sufro un exceso de peso que, sin ser demasiado preocupante, no está dentro de los límites saludables. Y no se puede achacar a una alimentación insana o a falta de ejercicio. ¿Es por el biberón? Está estudiado que la obesidad es una causa que puede ser producida por el biberón y no necesariamente en edad infantil.

¿He dicho que la leche artificial es mala? No, salva muchas vidas, muchísimas e, indudablemente, es mejor que morir. Pero estoy muy cansada y harta de que digan que la Lactancia materna aporta muchos beneficios.

Y soy la primera persona que dice que dar el pecho no es un camino de rosas. Para nada. Yo he tenido que suplementar a mi hijo, he tenido grietas y las crisis de lactancia no han tenido nombre. AQUÍ cuento mi experiencia… Sin pezoneras no habría sido capaz. Pero a día de hoy, me alegro mucho de haber superado los obstáculos.

Nunca me imaginé lo cómodo que es estar fuera de casa llevando lo justo, sin comida para el peque y, simplemente, sacar el pecho y verle feliz y satisfecho porque no necesita nada más. Bueno, sí, pañales y toallitas.