No os imagináis lo contenta que estoy por ello. Implica muchas cosas, entre ellas y la más importante: me puedo dedicar a mis quehaceres del hogar. Quizás para la mayoría os parezca una bobada, pero para mí es importante. Es uno de mis objetivos del 2014: ser más responsable en mi casa y eliminar la pereza de mi vida hogareña. Organizarme las tareas de casa, las comidas y las compras.
No he sido instruida en el arte de ser ama de casa, porque a mi forma de verlo es todo un arte. Ser capaz de tener la casa limpia, ordenada y organizada sólo puede tener un nombre: ARTE. Porque francamente lo veo imposible. Y si quiero traer a Futuro Bebé a la vida, tengo que ser ama de casa y madre, además de trabajadora. El poder del sacrificio creo que lo puedo desarrollar facilmente, pero el organizar esas tres funciones y no olvidarme de ser la mujer de Futuro Papá podría llegar a volverme loca si no encuentro el espacio propio para mí que necesito. Y no veo las horas del día para eso sin sacrificar por ello horas de sueño que necesitaré para afrontar nuevos días.
Todo es cuestión de organización y prioridades. Al menos es lo que me ha enseñado la vida. Pero en el caso de los quehaceres, hay mucho de educación. Parece mentira, pero es verdad. En ese aspecto he aprendido muchísimo de Futuro Papá. Mi madre ha querido hacérmelo entender, pero sin ponerlo en práctica. Me recriminaba que no fuera capaz de hacer un huevo frito, pero cuando alguna vez he querido que me enseñara, me echaba de la cocina a patadas porque no hacía las cosas como ella quería sin explicarme lo que estaba haciendo mal. En cambio Futuro Papá sí tiene la santa paciencia de enseñarme y ayudarme a desarrollarme en mi casa (una paciencia realmente infinita, debo reconocérselo).
Y si pretendo ser madre, tengo que demostrar mis habilidades en la organización y priorización de mis quehaceres del hogar. Ahora que vuelvo a disponer de tiempo, ¡¡toca demostrarlo!! Debo seguir haciendo rehabilitación, pero ya en mi gimnasio (ese que he pagado durante los cuatro meses que no he podido ir), en los tiempos que establezca para ello dentro de la prioridad que le corresponde y combinándolo con el resto de los quehaceres del hogar.
19 marzo 2014 at 13:12
Tampoco te des mucho mal con la organización de la casa o sus quehaceres, porque cuando llegan los bebés, todo eso pasa a un segundo plano. Me alegro que hayas acabado la rehabilitación. Se abre una nueva vida!
19 marzo 2014 at 13:21
Si lo hubiese «mamao» desde casa, no sería el problema que representa para mí, pero de verdad que no es normal lo mal que se me da. Se nota mucho que no soy responsable de mi casa.
Muchas gracias 🙂 Yo espero también no tener que volver, jiji.
19 marzo 2014 at 14:22
Yo también era así jejeje luego te relajas y «pasas» más.
19 marzo 2014 at 14:23
Es que pasar ya lo tengo controlado, jajajaja. Pero me riñen y al final llegan las broncas en casa… 😦
19 marzo 2014 at 15:13
Me parto contigo!
19 marzo 2014 at 15:14
Sí, parezco una adolescente… jajajaja. Futuro Papá en realidad ya es Papá de mí 😛 (De lo cual ya se queja mucho)
19 marzo 2014 at 14:44
Me alegro mucho de que hayas acabado con el fisio! Lo de no saber hacer ni un huevo… yo hago platos bastante elaborados y he hecho un sólo huevo frito en toda mi vida. No sabes el miedo que me da cuando se pone a saltar el aceite y me imagino cubierta de quemaduras de tercer grado!
19 marzo 2014 at 14:49
Tercer grado, imposible, te lo prometo :-* Sé lo que asusta, pero ya no le tengo miedo y he conseguido que la llema esté rica, rica también.
Lo que me desquiciaba era cuando me ponía a cortar ajos, por ejemplo, o pelar patatas. ¿Te crees que me enseñaba cómo hacerlo? Pues no… me decía: «Venga, pela los ajos» y cuando le preguntaba cómo… me echaba de la cocina. ¿Así cómo voy a aprender nada? Y como somos de caracteres totalemente incompatibles, he huído de casa en cuanto he podido sin aprender a cocinar, a limpiar, a organizar nada.
Así que ahora con Futuro Papá vienen los problemas… Que a él sí le han impuesto las tareas del hogar como obligaciones y se maneja en casa mil veces mejor que yo. Así que con paciencia me enseña, aunque se le agota en ciertas circunstancias. 😦
19 marzo 2014 at 16:17
Yo con las tareas de la casa… soy una negada, intento tener la casa mas o menos en condiciones pero me cuesta un montón, eso sí, luego me molesta ver las cosas sucias.
Pero ni siendo madre he sido capaz de organizarme mejor… 😦
19 marzo 2014 at 17:07
Yo es una promesa que le hice a Futuro Papá, porque estaba llevando toda la carga del asunto y eso era insostenible. Así que bueno, a ver si me organizo y ya os contaré si lo consigo 😉
19 marzo 2014 at 17:03
Me alegro mucho de ya estés recuperada. Ahora a volver a empezar en el gimnasio con cuidado.
Sobre las tareas de casa no te preocupes lo importante es ponerle ganas, y al final a base de practicar todo sale. Mi tarea pendiente es la ropa, no la recojo nunca, acaba siempre tirada encima de la cama de la habitación desastre (de invitados). Mi maridito por el contrario es muy ordenado, siempre tiene la ropa doblada, así me siento culpable cada vez que veo el desorden que provoco.
19 marzo 2014 at 17:08
Me pasa exactamente lo mismo… Él ha intentado demostrarme lo molesto que es haciendo lo mismo… obviamente no ha funcionado, jajajaja.
19 marzo 2014 at 17:21
Hacerlo todo es imposible, lo tengo demostrado. En mi caso, con la compra me organizo bien, con la cocina me apaño bien, al niño lo mantengo con vida, en el trabajo (fuera de casa) voy cumpliendo, tengo el blog, tengo twitter y estoy haciendo un curso de fotografía online. Como contrapartida, solemos tener la casa manga por hombro. Es lo que hay.
Un beso guapa!
19 marzo 2014 at 17:28
El problema es que Futuro Papá viene de unos Futuros Abuelos que sí pueden con todo… Así que tiene un ejemplo que seguir, jeje. A ver si algún día cambian las tornas.
20 marzo 2014 at 07:36
Yo estoy como tú… intentando cambiar! Cocina y compras genial, pero orden y limpieza, misión imposible en esta casa. Entre que está todo medio en obras/acabando obras, que hay más polvo en este pueblo que para qué, que tenemos estufa de leña, que no tengo espacio para guardar cosas… en fin… que estoy deseando que esto vaya tomando forma. Además ayer fui a casa de una vecina que acaba de ser mamá y tiene todo en plan revista de decoración… qué envidia!!! 🙂
Ya irás contando a ver qué tal!
20 marzo 2014 at 22:01
Bueno, ten presente que en el último mes de embarazo toca síndrome del nido, en el que la futura madre está obsesionada en tener su casa limpia y organizada para la llegada del bebé, jajaja. así que eso no vale.
Pero madre mía, ¡¡con obras!! No quiero ni recordar la mudanza a esta casa. Y eso que me queda una obra importante pendiente… Pero bueno, hay que ser optimistas, ¡¡¡¡lo conseguiremos!!!! Todo es organización y priorización (intento convencerme, aunque en el post de hoy ya he escrito que no he cumplido 😦 )